Mujeres ¿Carrera o familia?
Durante las últimas décadas un número impresionante
de mujeres ha pasado a formar parte de
las fuerzas laborales, la esfera política y otros
ámbitos
que, anteriormente, eran de dominio exclusivo de los
hombres. Y están en su derecho, ¿no es así? ¿Qué tiene
de malo el que una mujer vaya a la universidad y
consiga un título?
El problema surge cuando se
trata de compatibilizar la carrera con el deseo de tener
hijos, formar una familia y abrazar el instinto maternal
que es una parte intrínseca de la naturaleza femenina.
La liberación femenina y sus consecuencias en la
sociedad han provocado que
muchas mujeres se sientan avergonzadas con el
rol de amas de casa
que durante tanto tiempo cumplieron sus madres y
abuelas.
Al asumir las mujeres un rol masculinizado se crea un
desequilibrio en las relaciones entre los géneros que,
muchas veces, provoca frustraciones
en hombres y mujeres por igual.
Todo lo que sea mayor libertad e igualdad para todos
siempre será bienvenido, pero debemos cuidar que en
el camino no se pierda aquello que hace que las mujeres
sean tan especiales: su capacidad de amar y confortar
a sus hijos y a los hombres que,
sin ellas, estarían totalmente
desamparados.
de mujeres ha pasado a formar parte de
las fuerzas laborales, la esfera política y otros
ámbitos
que, anteriormente, eran de dominio exclusivo de los
hombres. Y están en su derecho, ¿no es así? ¿Qué tiene
de malo el que una mujer vaya a la universidad y
consiga un título?
El problema surge cuando se
trata de compatibilizar la carrera con el deseo de tener
hijos, formar una familia y abrazar el instinto maternal
que es una parte intrínseca de la naturaleza femenina.
La liberación femenina y sus consecuencias en la
sociedad han provocado que
muchas mujeres se sientan avergonzadas con el
rol de amas de casa
que durante tanto tiempo cumplieron sus madres y
abuelas.
Al asumir las mujeres un rol masculinizado se crea un
desequilibrio en las relaciones entre los géneros que,
muchas veces, provoca frustraciones
en hombres y mujeres por igual.
Todo lo que sea mayor libertad e igualdad para todos
siempre será bienvenido, pero debemos cuidar que en
el camino no se pierda aquello que hace que las mujeres
sean tan especiales: su capacidad de amar y confortar
a sus hijos y a los hombres que,
sin ellas, estarían totalmente
desamparados.