¿Quién invento la sombrilla?

Hola gente, en esta oportunidad quiero hablarles un poco sobre la sombrilla o paraguas, según el país se les conoce con uno u otro nombre, y según el clima nos sirve para protegernos del sol y/o la lluvia. Pero ¿Sabes el origen de este útil invento?

Según una leyenda china, el paraguas fue inventado por Lu Mei, una joven que había retado a su hermano a idear algo que les protegiese de la lluvia. En una noche, Lu Mei construyó un bastón del que pendían 32 varillas de bambú cubiertas de tela.   Lo cierto es que el paraguas ya existía en China en el siglo XI a. C. De allí pasó a Egipto y Grecia, donde fue usado como sombrilla. Tras la caída del Imperio Romano, desapareció hasta finales del siglo XV, cuando resurgió en Francia como objeto de lujo exclusivo de las clases nobles. El químico escocés Charles Macintosh presentó en 1823 el primero impermeable, que hedía a caucho.


La sombrilla  (paraguas) es un utensilio manual, usado para proteger del sol y /o la lluvia. Antes, eran fabricadas con tejidos ligeros y finos, a menudo con encaje; hoy en día, en su mayoría, son fabricadas con materiales plásticos. El cual tiene gran importancia ya que la exposición continua de la piel con los rayos del sol puede llegar a ser muy peligrosa y en el peor de los casos podría provocar complicadas enfermedades de piel.


Actualmente se fabrican en una gran variedad de materiales. Para los armazones de las sombrillas el material más utilizado es el aluminio por su ligereza y dureza. También se pueden encontrar de acero inoxidable y de maderas tropicales; y recientemente hasta de fibra de vidrio. En cuanto a los textiles usados para sombrillas son muchos y pueden variar entre lonas vinílicas, acrílicas, hasta telas especializadas para el exterior.

Entre las más vistosas las sombrillas hay de encaje de brujas, que se pueden encontrar en variedad de colores y diseños. En la actualidad suelen utilizarse en celebraciones como las bodas por la belleza y delicadeza de sus diseños.

En líneas generales, su transformación y evolución se han orientado en conseguir un objeto cada vez menos pesado y manejable, de forma que desde 1830 los fabricantes han desarrollado técnicas que han contribuido a su renovación y a rebajar los costes.

Pues anteriormente las normas de la elegancia y del decoro a lo largo del siglo XIX se ocuparon de regular el uso de la sombrilla. En el caso de hacer una visita, la sombrilla no se dejaba en la antecámara, mientras que los paraguas (eran un poco más grandes) sí, aunque estuvieran secos.
Además de las normas de conducta debían tenerse presente otros aspectos asociados a la elegancia. La sombrilla debía elegirse de acuerdo al conjunto del traje y sobre todo seleccionar un color que sentara bien al rostro, sin olvidar la armonía entre la sombrilla y el sombrero: “Es más importante que la belleza y la riqueza, la elección del color. No puede darse una norma fija; los azules oscuros, que hacen más moreno, prestan un gran encanto de sombra a los ojos. Los amarillos naranja dan reflejos de tonos calientes a las carnes; los granates y salmón colorean lindamente, y en general, las sombrillas al tamizar la luz, envuelven la figura de sombras y claridades que recuerdan a Rembrandt”.

La edad también determinó la elección de ciertos colores y tejidos. Por otro lado, las guarniciones de ricos y suntuosos encajes y bordados se reservaban para aquellas sombrillas que acompañaban a trajes de mucho vestir o para ir en carruaje.

Además, no sólo cumplía la función de proteger de los rayos del sol, de complementar y realzar un traje, sino que, junto a los guantes, el abanico o el pañuelo, se convirtió en un recurso pictórico que acompaña a la retratada cuando la escena tiene lugar en espacios abiertos y soleados. La dama puede aparecer con la sombrilla abierta o cerrada, o sirviéndole de apoyo a modo de bastón como elemento protagonista en la definición de la condición femenina.


Una de las grandes novedades fue la que se presentó en 1904: Madame Vigier y su hija crearon las sombrillas pintadas. Estas sombrillas podían decorarse en casa, para lo cual se recomendaba tejidos lisos que se pintaban con motivos decorativos grandes, como flores, frutos o pájaros. Esta moda se mantuvo durante años.


No hay comentarios