Travesía para llegar a Machu Picchu
Hola gente, en esta oportunidad quiero contarles de mi aventura para llegar hasta Machu Picchu, es una travesía que a diario realizan cientos de turistas de todo el mundo para lograr llegar a la ciudad sagrada de los incas por un presupuesto más bajo, claro que existen diversas maneras de llegar, todo depende de nuestro presupuesto y cuánto tiempo tengamos para realizar toda nuestra aventura por estas maravillosas tierras.
El viaje inicia en Cusco, donde la agencia turística manda
un pequeño bus a tu hotel, de ahí vas con otros turistas por carretera, hacen
algunas paradas para comer y usar los servicios, hasta que llegan a Hidroeléctrica.
En este punto puedes tomar el tren (29 dólares para turistas y 5 soles para
nacionales y residentes) o caminar por los rieles del tren en una zona conocida
como la ceja de selva y contemplar hermosos paisajes durante una travesía con
sol y lluvia (depende del clima). Si vas en tren en una 1 hora llegas al pueblo
de aguas calientes, si caminas te demoras entre 2 – 3 horas.
Aguas calientes es el pueblo que está debajo de Machu
Picchu, acá pasas la noche y comes algo para recuperar fuerzas, al otro día
subes a la montaña; para esto tienes dos opciones:
Subir caminando lo cual es aproximadamente hora y media
(media caminando en una ruta que es de bajada y una hora subiendo los escalones
que son como 2000) o tomar el bus que te lleva en media hora y tiene un costo
de 12 dólares por trayecto para extranjeros y 15 para nacionales y residentes.
Ya en Machu Picchu te reúnes con tu grupo y tu guía y entras
a la ciudad inca, (si no tienes guía pueden contratar uno en la entrada, hay
diferentes opciones y precios). Ya adentro el guía te explica y empieza tu
recorrido por un lugar que es una del a maravillas del mundo moderno.
Ahora si me permiten compartirles mi experiencia, la
caminata al lado de los rieles del tren la hice pensando que me cobrarían 29 dólares
en tren por un trayecto de una hora, claro que al poco tiempo sentía que no
lograría llegar al pueblo antes de que oscureciera lo cual realmente me
asustaba, me sentía agotada, quería llegar ya al hotel usar el baño y descansar
en la cama, comer algo rico y caliente, pero no seguía en la inmensidad de la
selva con un grupo de turistas que así como yo sólo deseamos legar pronto y no conocíamos
el lugar, sólo oíamos el rio y rogábamos llegar mientras había luz de día, en
momento sentíamos que no había final o que nos faltaba mucho.
Cuando por fin llegamos a la parte de los túneles ya no
podíamos más, pero sacamos energías para pasar rápido los túneles y alumbrarnos
como pudimos el camino con los celulares (recomiendo llevar linterna), posiblemente
fue algo pesada esta travesía porque no estoy acostumbrada y porque nos llovió
casi todo el camino, lluvia fuerte y con el calor del ejercicio era un poco más
cansado el camino, claro que me dicen que con sol fuerte puede resultar más
agotador.
Pero al salir del segundo túnel y ver las luces de las casas
del pueblo te sientes en la gloria, das gracias por haber logrado superar esa
experiencia, valoras lo vivido y te sientes muy bien contigo mismo te das
cuenta que eres un guerrero cuando te lo propones y todo cobra sentido.
Y ni les digo lo que se siente al entrar a Machu Picchu y
doblar en el caminito y encontrarte de frente con la ciudad sagrada, es algo maravilloso
es como “borrar cassette” de lo malo, cansado y pesado del viaje; y sólo
piensas en lo asombroso que es este lugar, quieres escuchar las explicaciones
del guía y recorrer este sitio todo lo que puedas, disfrutando de los paisajes
y la naturaleza y la vista de las montañas que lo rodean, y si vez hacía el
precipicio encuentras el rio y recuerdas tu travesía con cierta nostalgia grata
y dices: “valió la pena”.
Realmente es un lugar increíble y la gente es muy amable,
tanto los turistas como los locales, si no han ido aún no se le pierdan, estoy
segura que les va a gustar.